Y si todo lo que creyeras fuera una mentia.
A veces hay amores mas LETALES que PROHIBIDOS.
Aquellos ojos verdes esmeralda que siempre brillaban cada vez que lo miraba.
Lo necesitaba, tanto como el a mi. Ambos nos complementábamos pero estar juntos podía matarnos.
Nunca creí en lo paranormal, de hecho carecía de fe en aquel tema. Una escéptica por excelencia, pero a veces en lo que menos creemos es a lo que mas nos aferramos, había visitado aquel mundo, un lugar en el que me sentía como en casa, completa, con paz. Aunque no todos lo seres de otro mundo pueden llegar a ser amigables.